Me gustan los inviernos de Maryland porque, por más frío que haga, el tiempo siempre mejora un poco a finales de enero o principios de febrero y tenemos unos días más cálidos. El martes pasado fue cálido y soleado, y tuve la oportunidad de dar un paseo por el bosque. Es realmente alentador sentir un toque de primavera en el aire antes de volver a los cielos grises y la lluvia fría. Me recuerda que las peores temporadas no duran para siempre, incluso cuando parece que si.
La vida en general transcurre por estaciones. Pasamos por estaciones soleadas y grises por igual. Algunos son provocadas por eventos importantes de la vida, pero no todas. A medida que las estaciones del año cambian y nuestros estados de ánimo fluctúan con ellas, nos encontramos con diferentes "climas" en la vida. Las estaciones pueden cambiar de repente o gradualmente, pero cada una nos da algo a lo que adaptarnos. Muchos de nosotros ahora estamos pasando por estaciones grises u oscuras. Pueden parecer interminables ahora, port que estamos en medio de ellas. Al igual que el invierno puede hacer que olvidemos el calor, nuestras luchas pueden hacernos olvidar nuestras bendiciones. Es difícil imaginar que el clima pueda cambiar alguna vez.
Sin embargo, de vez en cuando, Dios nos envía una brisa cálida para recordarnos que "esto también pasará". Por lo general, es algo pequeño, como una palabra amable de un amigo. Es fácil pasar por alto estas brisas cálidas porque estamos muy concentrados en el frío. Podemos desestimarlas como pequeñas o insignificantes. Pero creo que son como días cálidos de febrero. Dios las envía de vez en cuando para animarnos. ¿Estamos listos para notarlas o dejamos que nos pasen de largo?
Si estás en una temporada soleada, no la des por sentada. Agradece haber recibido tal regalo. Si la temporada es gris, persevera. Esto también pasará. Y cuando Dios te envíe una brisa cálida, no te la pierdas.
P. Joe
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